De todas mujeres que he tenido,
tu llevas el honor de la primera,
aquella, que aunque intento nunca olvido,
tal vez porque le di la vida entera.
De todos los que un día te ha n querido,
me jacto de decir: “yo fui el primero”;
ninguno como yo te habrá sentido,
con tanta adoración, te lo reitero.
Acaso sin quererlo no podemos,
romper esta cadena de emociones,
que enlazan nuestras almas, vida mía.
De modo que, aunque nuevas ilusiones,
nos muevan con empeño y con bravía,
borrar a la primera no podremos. (2006)