Estefanía y elvira nazareno

Niña de una madre grande
pero Dos son por su nombre.
Doble corage hay en ella
gloría y placer de ser andaluza
consiente de tanto¨arte¨
mese a la niña su madre
que en un tiempo fue de moros.
La niña guarda Los Jardines
Alquería es su parque
dueña de calles y callejones
de rincones escondidos
de abiertos centros
de pequeños escondrijos
juega la niña en el día
y por las noches olle la nana
que su madre sevillana canta
y con un sonajero de oro
acuna sus sueños
atrapa la luna
en donde se marca su reflejo
para dormir a la niña mora.
Vientos de Zahara
soplan en la niña
avuelando sus oscuros cabellos.
Niña hermosa
de piel oscura,buena moza
ojos negros.
Niña hermosa
piel morena
ojos marrones
de cabellos negros.
Doble niña eres
hija de gran madre
en palacio verde y blanco vives
y un escudo de tu ejercito que te protege
marca en el pecho de los seres de tu madre.
Tres hombres
dos blancos y uno negro
que oro, incienso y mirra
al niño cristo dieron
Y tres letras a la izquierda
aguardan su nombre
que junto a unas rayas rojas y blancas
señalan el color que te respalda.
Niña, Nazareno tu apellido
que a mil hombres da nombre
niña, que cristianos en tu tierra
una imagen dieron escondite
¡ay tú!, niña mora
que descubriste cual escondite aguardaba:
Santa Ana, junto a una cruz dormidita estaba.
26 de Julio la santa reluse
donde por tus calles pasea la virgen madre.
Pero no hay virgen tan amada como Valme
¡Valedme Señora!, gritó San Fernando tercero
y Valme fue su nombre.
Dando presencia de virgen
caminan los romeros
con dociles caballos y doncellas de hermosos trajes
llevan en carroza a la Santa madre.
¡Haciendo así el camino
haciendo así la Romería de Valme!.
¡Ay niña que pronto creciste!
¡que pronto te hiciste grande!
1960, ya no es niña quien era
1975 la madurez llega.
Y cubrió la madre sevillana
de encanto y tradiciones
y besó a la niña andaluza
con armonía y cantares
y abrazó a la niña mora
con dulsura a la nueva madre.
¡Y ahora duermes los temores
de quienes hijos son tuyos!
¡y ahora das la bienvenida
a ellos que no nacen de tus entrañas!
¡y ahora acojes a cada ser que nuevo viene
y lloras por los que marchan!
y ahora ciudad eres
¡mi querida Dos Hermanas!.