Mi vida ha sido, hasta hoy,
una sucesión de errores
que me han hecho lo que soy;
he tenido, en el camino,
malos ratos, sinsabores,
y he trazado mi destino
con días fríos y lluviosos
y también con otros peores.
Nadie, desde el nacimiento,
sabe ya cómo vivir;
se aprende con sufrimiento,
hasta que llega el momento
en que se logra conseguir
un poco de entendimiento.
Pero a algunos (como yo)
con la cabeza más dura
y la mente llena de espuma,
nos toma más tiempo aún
ver, más allá de la bruma,
la luz tras la noche obscura.
Qué difícil, en verdad,
cuántos yerros y fracasos
cuando he querido enfrentar
los retos, la adversidad,
sin más fuerzas ni recursos
que los de mis propios brazos.
Hoy, a mi avanzada edad,
casi al final de la senda,
en medio de mi soledad
comienzo apenas a ver,
despojado de la venda,
mi alocado proceder.
Ya es tarde para que entienda
qué es lo que "debí" hacer
en un estéril ayer,
no hay tiempo para la enmienda.-
Eduardo Ritter Bonilla.
Hola, has elaborado un buen repaso a tu vida, pero solo has visto el lado malo, el lado de los errores que tan difícil es de reconocer para uno mismo. Buen poema, disfruté con su lectura, te doy un 10 como siempre, escribes muy bien, ya me gustaría a mi tener la facilidad tuya para escribir... saludos y un beso Chelo