Cómo una Fantasía que se Evapora
En donde el Tiempo Nada Significa
Así el Año dos mil cinco Sacrifica
En el Pleno de un siglo de una Hora.
Ya Quedaron sepultados en Grandeza
Los Amores, La Angustia, la Añoranza
Y hoy sólo Prevalece la Esperanza
Que Llena, que nos vive, que nos Besa.
Cuánto dolor, Dios mío, fue derramado
En Nombre del Amor, de las Pasiones,
Cómo hicimos Sufrir los Corazones
Por legarle de más a un Cruel Pasado.
Otro año, Cristo mío, ya Ante mi Vista
Donde en Pleno el Amor me Melificas
Ya el Presente en Eterno me Publicas
Como el lienzo Genial de Aquel Artista.
¡Sólo el Hoy me Pertenece, Padre Eterno
Déjame vivir en la noche y en la Aurora
Como Año Nuevo que llega en el Ahora
Que yo Convierto en Gloria o en Infierno ¡.
Ciudad de Poza Rica, Estado de Veracruz, México.
Antonio Reyes Patiño