Me he acostumbrado tanto a ti, 
a tu voz, a tus miradas, a tus manos,
a tu piel, al olor de tu piel, a tu boca:
al sabor de tus besos, a tu cuerpo, 
al calor de tu cuerpo, 
que a veces pienso 
que eres la única mujer 
en todo el universo. 
Y que no podría amar a otra 
porque las otras, mi amor, 
sencillamente, no existen. 
Siempre me he preguntado 
por qué te amo y te deseo tanto. 
Nunca encontré la respuesta. 
Si alguien me preguntara 
por qué los árboles 
florecen en primavera 
tampoco sabría que responderle; 
quizá, le diría, es natural, 
es natural que los árboles 
florezcan en primavera 
y que en el otoño pierdan sus hojas; 
es natural que el sol caliente más 
en verano y que haga frío, 
demasiado frío, en el invierno; 
es natural que los peces 
habiten en el mar y en los ríos, 
y que el pájaro vuele, 
que el viento silbe cuando sopla 
y la lluvia fertilice los campos; 
es natural que cada macho 
tenga su hembra 
y cada vida su muerte, 
que la luna gire alrededor 
de la tierra, la tierra alrededor del sol 
y yo alrededor de ti. 
Es natural mi amor, 
como el color de tu cabello, 
como la redondez de tus senos, 
como el aire que respiramos, 
y es natural que yo esté 
enamorado de ti. 
De quién más podría 
estarme enamorado, 
es natural mi amor…es natural.