No es la distancia lo que preocupa,
ni siquiera lo que los demás opinen.
Actitud de los dos cómo se definen
en paz sin echarle a nadie la culpa.
Yo, como antes no alimento tu sueño.
A tus oídos no llega mi palabra,
soy como el perro que lejos ladra,
todo vano al no oírle su dueño.
El amor sufriendo llevamos dentro.
Fugaz alegría es cada encuentro,
sinceramente estamos contentos,
vibramos cual niños, de felicidad,
al terminar el día, la oscuridad
nos muestra la noche, con acentos.
Autor: Alcibíades Noceda Medina