Tan suave, que no imaginas
Solo, tienes que creer
Cuando en mis manos desfila
El sol, del amanecer!
Tan frescos, como tan tibios
Cuando bailan su canción
Son mis pies, dos remolinos
Procurando encontrar al Amor!..
Mis cabellos dorados, traen sueños guardados
De un ancestro rincón…
Donde el placer del milagro!.
Flotaba como un tifón
Al enredarse en los brazos, de un bravío, Varón!
Que no se hace pedazos, y la vida es su bastión!.
Bebiendo fresca y muy clara, el agua del cascaron
El que rehacen las hadas, el que a veces guardo yo!.
María Verónica García