desde que me dejaste

Desde que me dejaste tirado
En esta soledad con sus manchas,
Fueron varias y varias mentiras
Como para no perder la maña.
Me arrime a la desidia que vive
Tanto como a la pena que mata.
Hundí mis huesos en los abismos,
En la incuria de no tener ganas.
Recuerdos colecciono en el álbum
Para olvidar la noche lejana.
Deje de darle uso cotidiano
De rasurar mi pobre maquina
Ahora si, tanto pero tanto
Se me ha crecido la aguda barba
Que por ella se fueron perdiendo
Dulces besos con amargas lágrimas.
Desde que me dejaste acostado
En esta soledad sin más albas
Cambiaron varias y varias lunas
Que son impropias a mi ventana.
Con tu rostro memorable a cuestas
Siempre regresara la nostalgia.
Yo con los cenicientos augurios Siempre me llevare a las patadas.
Hoy me parezco al cardón plantado
En medio del árido sin agua.
Ya no me interesa ver el sol,
Ya no me despierto a la mañana.
No hago caso a los amaneceres,
Desconozco cualquier puesta mágica.
Mira, lo que a continuación sigue
Es un olvido como una estaca.
Desde que me dejaste amurado
En esta soledad con lagañas
Pasaron varias y varias noches
De estrellas fugaces no contadas.
Así a simple vista mis diagnósticos
No son favorables para nada,
Siempre se anunciaran grandes sombras
En lo que resta de mis jornadas.
Ya no quise lavar mi mejilla
Donde tu último beso jugaba.
No cerré puertas ni apague luz,
Te pienso con la memoria intacta.
Si hoy te escribo lo hago con las letras
Que te olvidaste en tus dulces cartas,
Escribo oración que es un poema
Pero huele a utopía barata.
Desde que me dejaste sin ropas
En esta soledad sin más lámparas
Hicieron varios y varios fríos
En la vértebras de mi pobre alma.
Tu fantasma conoce mi calle
Más cuando de asustarme se trata.
Hoy salgo de noche por rutina
A explicarme tu inminente falta.
A mi pobre cama no la tiendo
Ni tampoco acomodo almohadas,
Para mí nunca será el lugar
Donde en tiempos pasados soñaba.
Mira, lo que a continuación sigue
Es el amor sin amor, sin nada.
Las cosas que yo nunca te dije Tienen arrepentida la cara.
Desde que me dejaste sin sobras
En esta soledad que no falta
Ando de tristeza tras tristeza
Inventándome nuevas hazañas.
Mis párpados esperan abiertos
Por si un día viene tu mirada,
Aunque sé bien que el futuro siempre
Vendrá con desengaños y trampas.
El espanto que yo mismo invente
Ahora se acerca y ahí espanta.
El remedio que yo mismo invente
Es una enfermedad que me ultraja.
Los domingos se parecen martes,
Son todas iguales las semanas.
Mira, lo que a continuación sigue
Es el pretexto del vino en caja.
Si lustrar zapatos ni sonrisas,
Solo como Dios tan sólo manda.
Me llevo bien con melancolías
Que la alegría me deja en banda.
Esperando que del cielo venga
Un ángel con tus ojos a casa
A musitar sutil a mi oído
Una melodía de esperanza.
La muerte viene con su otro olor,
Pasa la vida, la vida pasa.
Mirando siempre en espejos rotos
La mía bienvenida desgracia.
Desde que me dejaste tan solo
En esta soledad solitaria
Tus fotos en la pared se llenan
De recuerdos, mugre y telarañas.