Nuestros tiempos juntos para mi es sagrado,
la tibieza de tu piel siento en cada madrugada
a pesar del tiempo, eternizar ya lo he logrado.
La que dure mi existencia en mí estarás guardada.
Tus cortesías las guardo dentro de mi alma,
como se reguarda del verano al rosal florecido,
son sagrados para mí hasta tu alegre soflama.
Perpetuaré los recuerdos inmolando el olvido.
Está protegida tu imagen dentro de mi mente,
las sabanas con tu nombre arropan mi lecho,
cada vez que leo mis labios sonríe mágicamente.
con emembranza duermes adentro de mi pecho.
A decir verdad te necesito, pero no te extraño,
pues aun tu ser está viviendo aquí dentro mío,
te tengo presente en persona, ya más de un año.
A noche hallé tu nombre y que regreses ansío.
Autor: Alcibíades Noceda Medina