A ti mi dulce niña, mi reina, mi fiel amante
Te ofrezco mi amor como el agua a la mar,
aún compartiendo ese corazón y sus latidos,
pero sin soltar mi mano y mi mirada de ti.
Te ofrezco mi vida entera como un torbellino,
para que envuelva nuestro universo,
y vivas en él clavada en la eternidad.
Te ofrezco mi ser como la arena,
para que se adhiera a ti y no pueda caer,
y tus huellas queden marcadas en mi ser.
Te ofrezco mis pensamientos más puros,
para que me recuerdes con nostalgia,
y grites al mundo cuanto te quiero.
Te ofrezco mi desnudo pecho,
para que escuches en él este corazón,
y te apoyes en él para que descanses tu piel.
Te ofrezco mis manos que nos hacen uno,
para que nunca olvides mi presencia a tu lado,
y que vives clavada en mi corazón.
Te ofrezco mi humilde sonrisa,
para que en ti no exista el dolor,
encuentres en mi a ese ser humano,
de noble sentimiento y corazón.
Mi vida, mi alma, mi amor, sólo pienso en ti.