Te apresuras, te impacientas,
te tropiezas, te levantas;
te revuelves, te rebelas
y compruebas que no avanzas.
Tus problemas se agigantan
y mueren tus esperanzas
entre luchas y quimeras
y no cesa la batalla.
Son en vano tus afanes,
tus esfuerzos, tus andanzas,
y se doblan tus espaldas
ante el peso de la carga.
No te acercan a tus metas
tantas prisas y palabras,
se desvanecen tus sueños
y la vida se te escapa.
No te muevas de tí mismo,
no te afanes en las cosas
exteriores que te amargan.
La respuesta está en tu centro
en el fondo de tu alma;
la verdad se encuentra adentro,
tu riqueza es tu Conciencia,
lo demás, no vale nada.-
Eduardo Ritter Bonilla.
01-03-2007.