Despertaría con el eco de tu vos, me ahogaría en tu lamento aun sin comprender tu dolor.
Te tomaría entre mis brazos para aliviarte, sentirte,
Seria hasta capaz de dar una vuelta al mundo contigo.
Anhelaría cada día tu sonrisa y proclamaría a los cielos tu nombre, haciéndoles saber que me perteneces.
Gozoso de la vida seria junto a ti, vería en tus ojos el fiel reflejo de los míos, acompañaría tus días amargos y soleados.
Haría canciones de amor en tu nombre, haría las poesías que jamás he hecho, todo lo haría por ti.
Tan solo si estuvieras en el mundo, no me sentiría tan solo.
Necesito de ti, para continuar, para hallarle una razón a tanto dolor, a tantas desventajas, necesito de ti hijo, te anhelo, espero tu llegada.
Serás tan especial que el mundo aun no te merece, pues tu sagrada sangre fue fundida en la tristeza, en el amor, en la lejanía de los sueños, en la esperanza perdida.
Aun cuando la tristeza me invada, aun cuando necesite de ti para vivir, hijo, no vengas, el mundo no es lo que parece, sufrirás por amor, amaras erradamente y jamás te comprenderán por un simple hecho, ser mi hijo.
Quisiera ver tu mirada, tocar tu piel, verte avanzar por la vida, tender mi mano cuando necesites ayuda y por sobre todo, darte el amor y cariño que ha mi me fue negado desde que nací, ¿Qué te amare? No lo dudes hijo, no lo dudes. David flores