Mar de lágrimas ahogadas
que fluyen lentamente
por el curso de esta historia apagada,
que mueren lentamente
tras herirme agonizadas,
que no son más que un símbolo
de esta tristeza tan fuerte amarrada,
una imagen de la brisa pasada,
puñal negro que se clava,
adiós forzado que me mata.
Como se acabó la luz en el horizonte
se ha acabado esta comedia alterada,
pues si antes poco te importaba
ahora...no te importo nada.
La ilusión que hace poco me susurraba
se ha vuelto dura agonía disfrazada,
dura agonía de alma que vaga,
dura agonía de alma enamorada...
Y siento sentirme todavía atada
a tu persona, a tus palabras,
siento caer aún embrujada
al intentar escapar de tu suave mirada.
Siento los días que pasé junto a tí,
siento ahora todo, siento el sentir,
siento el tener que escribir
este cuento sin final feliz,
siento también verte marchar
de la mano de toda esta mentira
que arrojaste sin piedad
sobre nosotros, sobre mí,
sobre la sombra de este fín...