DEL AGONIZANTE Y SU REGRESAR...

Permíteme morir...
En el desesperante centro
De tu piel brillada y transpirante...
Déjame aparecer a ti
Como una visión
En aquelarres... de remotos siglos...
Déjame mostrarme...
En lo temible
De mi sueño traslucido...
En donde he dado
Rondas y rondas
Hasta terminar vació...
Del vino
En ánforas oscuras
La noche yo he bebido...
He deslizado en mi garganta
Las piedras del pasado...
Entre los vuelos de negros pájaros
Entre sus rumores
He descubierto plumas en mi cuerpo...
Y las he desplegado...
Junto
a mis olores...
Ya no tengo tiempo...
Yo fluyo...
En un espacio donde no gravitan las horas...
Sino las sombras
Que determinaron lo que he sido
Y lo que jamás habré de ser...
He de fluir lascivo y torrentoso
En un mar de ancha espuma...
Donde culmina el beso
Que aromo,
La caricia hasta el final...
Y a mi casa
Construida sobre el viento...
Sacudido en impetuosa batahola
He de llegar...
Allí no me reconocerán las cosas,
Que aquel ángel... el de tu partida...
Para siempre... hubo... de dejar...
El espejo
Donde encontraba tu sonrisa...
El tálamo
Que retenía... tu soñar... MALATUSTA...