Entre el amor y el sexo

Con un amor enloquecido
ardiente y temeroso,
me acerqué a ti
y con pasión de amante
besé tu cuerpo de niña
para hacerte mujer.
Y recorrí con mis labios
las calles de tu cuerpo,
y donde queda tu ombligo
extasié mis esperanzas
con un beso.
Tus pechos que dormían
el sueño de la pureza
despertaron amis llamadas
y se entregaron con timidez
a las caricias vulgares
que ofrece el amor.
Tu cuerpo desnudo de moralidades
mojábanse en el sudor de nuestras vidas,
fui entonces poco a poco arrancándote a tus besos
la ingenuidad que me hizo amarte.
Sin más testigos que el silencio.
Y las estrellas del cielo
cubríante con su manto
el manto del universo.
Solo quise escribir en tu vientre
un poema
un hijo como premio a nuestra constancia
de vivir tú para quererme
y yo para adorarte.