A una mujer.

Se han abierto las puertas del nuevo idioma,
Lo importante es no falsear las creencias,
Estas deben permanecer intactas
Aunque todos decidan tomar otro camino.
La convicción de lo correcto
Esta situada en el alma,
Igual que cuando nos conmovemos
Cuestión preponderante de lo sensible.
Una sola mirada vasto para que me conmueva,
Para que mi alma se desbordara
Y estallara con extraordinaria furia,
Desvalorizando viejos amores.
Luego una caricia colmo mis sentidos,
Intente ocultarlo en un principio,
Pero descubrí que es inhumanamente trágico
Cerrarse ante el esplendor de una tierna belleza.
Lo escondido y lo oculto,
Terminan siendo el mas dulce néctar,
Si lo se, no lo he contado
Pero ahora lo sabes.
Cuando este amor llega tan de pronto
La razón intenta acallar los sentimientos,
Quizá para no sufrir como en otras situaciones,
Cuando este calor llega se me hace imposible ocultar.
Una tibia mirada,
Una sensual sonrisa,
Caricias y atropellos
Llenos de pasión.
El silencio muchas veces me atemoriza
Pero es el divino espacio de la contemplación,
Contemplación de lo hermoso
Y lo eterno.