Sorprendida al encontrarte!..
Me dijiste que me amabas, yo corría, en las calles Y no podía alcanzarte, sentí tu beso en mis labios,
Tus brazos rodeando mi cuerpo!..
Mi latir se prolongaba.. Mis sentidos se aceleraban, el tiempo no existía!
Tu amor! era tan grande, que éramos vos y yo la vida!..
Hoy agradecida por ver tanta armonía ¡.
Deje que en este día seas el prólogo!. de esta poesía, Y cuando anochezca, con solo un beso, amanezca el calor que en mi yacía! Lento, sensual, implacable! El deseo!.. Se marque con nuestras figuras dibujando un cielo!
María Verónica García