Mira el espejo roto
de los placeres mundanos:
mostrando el negro vacío
de aquellos vicios profanos
en que se ahogan los hombres
sin lograr saciar sus ansias,
pues se escurren y se escapan
como el agua entre las manos. 
Mira los falsos valores
que persiguen los humanos
sin recato, con codicia,
con su estúpida avaricia,
pisoteando a sus hermanos
en busca de más dinero,
de poder y de lujuria
y de apetitos insanos. 
Mira el espejo roto 
de las vanas ilusiones:
febriles ensoñaciones
de lujo, placer, riquezas,
en que malgastan su tiempo,
sus vidas y su energía
en una continua orgía
de las más bajas pasiones. 
Mira al hombre degradado, 
de cara hacia sus bajezas;
el hombre, que se ha olvidado
de Dios, entre sus torpezas. 
Existe un Reino infinito
de indescriptible grandeza
que aguarda pacientemente
a que el hombre, aún inconsciente,
levante al fin su cabeza
y aprenda a mirar de frente,
con bondad y gentileza,
hacia el futuro que le espera,
y reconozca su realeza. 
Entre los muchos fragmentos
del espejo de la vida,
con la mirada perdida
en sus confusos pensamientos,
busca el hombre entre lamentos
una respuesta escondida;
pero sólo en sus adentros
podrá hallar una salida.- 
Eduardo Ritter Bonilla.
12-03-1994.
 
Mi querido Amigo y Paisano:, Ya no me sorprendes,ahora solo crece mi admiraciòn por tu trabajo literario tan refinado y bien planteado. Cada vez que leo algo de tu inspiraciòn, sea cual fuere el tema, està desarrollado con gran maestrìa y quedo siempre gràtamente complacido. Estuve ausente algunas semanas y ahora estoy viendo los trabajos de mis autores favoritos en donde te encuentras en primerìsimo lugar. Felicidades Gualberto Alcàntara Olalde