Mis labios sobre tus labios,
se posan cual una mariposa;
para libar el nectar de la rosa
y sus petalos acariciarlos.
Mis manos, avidas de amor y deseo
recorren tu juvenil cuerpo,
con pasion desenfrenada.
tus piernas se abren de par, en par,
cual alas de gaviota dorada.
Sudorosa y jadeante haces entrega
de del tesoro que guardas en tu alcazar.
Yo, sudoroso y maltrecho por la lucha,
penetro tus escasas defensas
y con mi lanza hago un hueco en el muro
y penetro al interior de tu morada.
vencida ya,susurras jadeante
mil palabras de amor, en mi oido;
Te respondo con besos y caricias
estrechando tu cuerpo junto al mìo.