En esta vastedad de ¿Cuántos dioses perdidos?
Fragor de arenas, brisa, hielo, viento
Salitre de rumbos olvidados, fenecidos
Quejas irreparables sin mapas y sin puertos
De barcos que partieron con brújulas de olvido.
Como un barco, encallado y gimiente,
Sobre lo extenso de su exactitud flamea el silencio.
Patagonia de esta patria sur del sur continente.
Como una hiedra de presagios
Parecía que tu dolor y tu silencio
En dolorosa noche embebida de naufragio
Vertía sobre la Gloriosa Argentina
La negación de la vida y de los sueños.
¿Cuánto lloraría el heroico guerrillero
De ver las garras imperiales sobre tu suelo?
Los huérfanos de pan cada día más huérfanos.
Los olvidados de dios, náufragos del desconsuelo.
Los vientres condenados al futuro incierto.
¿Cuánto más doloroso se haría sobre la Plaza de Mayo,
Bajo los dignos pañuelos, el maternal lamento?
Hoy levantando una copa austral
Ahíta de tus australes vinos
Ofrendo mi alegría por tus hijos,
Tus hijas, tu suelo, tu cielo, tu mar.
Glorias doy por tu gloria Argentina.
Glorias doy por los Kirchner,
Álgidos paladines redentores.
Valientes capitanes de la vida
Que enrumban tu proa hacia la aurora
Que desde el sur nace para el mundo.
Que para el mundo nace
Desde esta América Latina.