Poema inconcluso

Caminaba siempre con paso seguro

como quien conoce la tierra que pisa.

Caminaba siempre con una sonrisa

que le anticipaba su pleno futuro.

Para él no había ni freno ni muro,

ningún pasaporte ni plástica visa.

Todas las mañanas gozaba la brisa

del mar en las playas y el aire más puro.

Sus ojos bebían los atardeceres

del sol que en rubores teñía las nubes;

sus labios cantaban como los querubes

en medio de finos y gratos placeres.

Amaba del campo las flores, las aves,

los escarabajos, ardillas, ratones,

del cielo la estrella, del viento los sones,

del mar las arenas, las olas, las naves.

También las mujeres, porqué no decirlo,

si son las que inspiran los más bellos cantos,

las que nos seducen con dulces encantos

que a Dios nos conducen para bendecirlo.

Así caminaba con paso seguro

aquel peregrino por Dios bendecido,

el que de sus sueños hacía su nido

en donde forjaba su pleno futuro...

Heriberto Bravo Bravo