Vienes a mi, dulce caballero de la luna,
A salvar a la mujer desvalida,
Que se creía muerta en vida,
Llegas con tu brillante armadura,
Montado en tu bridón reluciente,
Para sacarme de donde estaba perdida.
Vienes a mi valiente señor mío,
Para librarme de este tedio,
En el que estaba sumergida,
Tu hermosa intervención,
Ha salvado mi corazón, ese que estaba roto un día.
Vienes a mi, dulce caballero de la luna,
Llegas con tu sonrisa reluciente,
Llenando mi alma de ilusión, de amor,
Traes tu espada desenvainada,
Arropándome con tu calor.
Vienes a mi dulce señor mío,
Brindándome tu pasión, abriendo tu corazón,
Para sanar el mío, con tu amor inmenso,
Lo siento tan intenso, que no tiene comparación.
Vienes a mi amado caballero de la luna oscura
A inundarme el corazón, llenarlo de emoción,
Llenar ese vacío, me liberaste del fastidio.
AMADO SEÑOR DE LA LUNA OSCURA, AQUÍ ME TIENES A TUS PIES