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Haciendo galas con aromas
de sus fríos de tibieza
ya se esparce con sus dias
y sus vísperos contornos
ya se extiende con sus copos
de magnificos adornos
el undecimo portal,
donando paz con su grandeza.
Cuando el nácar de los tules
asoma con su memoria,
y las flores embellecen
pedestales en su alianza,
como nardos y azucenas
como huellas de confianza,
con rumor de villancicos
para anunciarnos la gloria.
Donde los sauces al cielo
van mirando entre girones
con ese lúmen divino,
que adornará las alegrías,
para encontrar esa estrella,
matizada con ensuenos.
Con ese enjambre de nubes
y bordados de ilusiones,
es mutante pregonero,
de NOVENO a senor de algarabias,
donde se aloja esa llama
con preludios navidenos.
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