"ESTAS TAN MAL QUE DAS PENA"
¡Qué mal informada, nena,
qué mal informada estás!
Estás tan mal que das pena
más que el amor que me das.
Parecieras programada
para mi amor rechazar,
porque te sabes amada;
pero te niegas a amar.
Dulce nena caprichosa
¿cuándo, al fin, te rendirás?
¿Piensas que por ser hermosa,
siempre hermosa tú serás?
No te resistas, traviesa.
Ven, que está caliente el pan;
está servida la mesa
y muy hambriento mi afán.
Ven ahora que he traído
del amor un manantial
y entre nos, también cupido
quiere ser tu comensal.
No sé por qué te entretienes
y te niegas a avanzar.
Yo no sé por qué no vienes
si aún es tiempo de sembrar.
¿Quién me arrancará esta pena,
dime, quién la arrancará?
Si el amarte me condena,
el no amarte ¿qué será?
Hay una estrella en el cielo
que no deja de brillar
y en mi pecho el desconsuelo
de no poderla alcanzar.
Hay un rosal en mi huerto
que ya empieza a florear;
pero mi alma es un desierto
que dan ganas de llorar.
Tal vez pienses que al amarme
romperás tu libertad
y por eso en rechazarme
tu procedes sin piedad.
O tal vez te has dado cuenta
que lo que amas se te va.
¡Desconfiada! no se inventa
un amor que no se da...
¡Qué mal informada, nena,
qué mal informada estás!
Estás tan mal que das pena,
más que el amor que me das.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC (Derechos reservados)