Estática;
qué tanto tiempo puedes estar ahí,
quieta y acuñada en las supremas paredes del enojo,
en muros con inscripciones romanizadas y huecas bases.
Estática,
silenciosa mujer que se enaltece de su cabello tan largo como la noche que te sueño,
que te imagino de repente frágil,
única a mi modo y con la piel serena,
esperando amar y ser amada.
Estática dama;
cuánto puedes esperar por mí,
sabes bien que yo esperé mucho por ti,
pero entre distancia y tiempo alguna tendrá que perder.
Quizá pierda yo por ti.
Muy bello poeta.