Sin sombra

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Y miro observo
la triste raiz de un arbol muerto
Ese que se convertira en carbones
Calurosas llamas del abrigo
Ese que ya sombras no dara
Ese que dejara de ser ornato
Para convertirse en un recuerdo
La hermosa ceiba que deslumbraba
En fortaleza colosal
El inmenso sol opacado por su gran ramal
Ese arbol ya no esta
Solo el calcareo asfalto
Ya cubrio sus huellas
Bajo las reconditas rejas
Del que ya partio
Hoy los cauchos van pisando
Sus recuerdos
Y las suelas van limando
Sus herencias.
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