No censures mi vida de tal modo,
Mi carácter, mi soledad,mi tiempo,
Siempre estás a la crítica dispuesto,
Tú me ves solamente con tus ojos.
Tú no sabes de lágrimas ni enojos,
No percibes lo mucho que he sufrido,
Te molestas si escapa en mi un suspiro,
Y me tildas de romántica piadosa.
Eres un petulante reprimido,
Con un ego efervescente que te ahoga,
Tienes el corazon ya sin latidos,
Te crees un sabio, y eres otra cosa.
Déjame sola en mi mundo adormecido,
No necesito más de tus consejos,
Sigue andando en tus pasos retorcidos,
Imaginándo ser el más perfecto.