Sombras del Ayer

He tratado inútilmente
de sostener este duelo
en el que estaba derrotado
desde antes de comenzar.
No importa cuánto te quiero,
sé que yo no soy perfecto
y es la memoria de un muerto
a la que debo superar.
Sé que ha sido un buen esposo
mientras estuvo a tu lado,
pero lo has idealizado
desde el día en que ya no está.
Cada vez más alejado
su recuerdo en tu memoria,
reescribes a diario la historia
de un nostálgico pasado.
Dios sabe cuánto me esmero
por dejarte complacida:
eres el amor de mi vida,
la mujer que tanto quiero.
Pero no puedo seguir
en esta absurda competencia
que acaba con mi paciencia,
tú tienes que decidir:
Entiende que él ya se ha ido
y ahora me tienes a mi;
no soy él, nunca lo he sido
pero en verdad te he querido
y aún te puedo hacer feliz.-