Dulce rosa laureada
triste tú en tu amanecer,
embalsama a la alborada
tu llamada a mi querer.
Y si el dia amanecido
arma presto tu sentir,
guardame, tu aureo sentido
que es querido, en mi vivir.
Y si el cielo gran señora
os manda a mi, bella flor,
venga placentera aurora
señora, para mi amor.
Dime tú señora mia
la hora para os ver,
al alba; o en tarde umbria
y el dia del acontecer.
Ya tu alma siento bella
sosegada en suspirar,
febril razón o sin ella
cuya estrella veo brillar.
Y asumido el gran evento
dama hermosa sin rubor,
presto doy mi asentimiento
con mi contento y amor.
Principe azul.
17-1-010