Estrofas de consejos, dieciocho (18).

    (ABSTRAIDO EN LA EQUIDAD)
(179)
Deja el modo atrabiliario,
cuando hablamos de equidad,
!porque hay seguridad, 
que tendrás lo necesario!
(180)
La ambición te ofuscarás,
te dirige a cantidades,
en exceso en tus edades,
que jamás precisarás.
(181)
Lo demás acumulado,
niega la felicidad,
niega pan, por mezquindad
a otros ya necesitado.
(182)
Todo aquel que se destroza,
codiciando sin cesar,
yo le invito a meditar,
lo que hoy aquí se esboza:
(183)
Dolor...lloro y desespero,
el Seol te hará llamada,
veo tu eterna y fiel morada,
sin fortuna y sin dinero.
(184)
Sois materia en reacción,
que hoy compuesta de éste forma,
sigue...cambia y se transforma,
entra en descomposición.
(185)
Todo tiene su medida,
lo pequeño o excesivo,
todo fluye en equilibrio
y transcurre en armonía.
(186)
Yo repito que en la vida,
lo exiguo o excesivo,
van fluyendo constructivo
y existencia compartida.
(187)
Luce todo calculado:
las galaxias: precisión,
en el cuerpo: el corazón,
todo bién sincronizado.
(188)
Si algún órgano obtuviera
 sangre en cirulación
como el que posee ambición
el humano se extinguiera.
(189)
Todo está reglamentado
y obedece fiel a un guía,
que impide la anarquía,
que permite lo ordenado.
(190)
Rige así,  concatenado,
equidades y medidas,
hay distancias que dan vidas,
todo está proporcionado.
(191)
Desde el Sol, dice la ciencia,
equidista una distancia
donde la vida se estancia
pués lo inerte crea conciencia.
(192)
!Oh, sapiencia y tu grandeza!
!ven y enseña a los humanos
compartir con sus hermanos
como en la naturaleza!:
(193)
Bien los rayos de la vida
dán ejemplos de equidad,
toca a todos con bondad
y sin zona excluida:
(194)
No, sin zonas restringidas,
para todos muy sociable,
aire puro indispensable,
esencial a nuestras vidas.
(195)
Roto ya lo armonizado,
sin medidas ni equidad,
hace que una realidad,
entre a un paso degradado.
(196)
Al romperse la equidad,
ya colapsa la balanza,
y así pierde la esperanza
nuestra propia Humanidad.
(197)
Con dialética y visión,
fustiguemos la avaricia,
irradiemos la justicia
con la luz de la razón.
 
Autor: Víctor Arias.
  (109)
Y si todo es vanidad,
y tu cuerpo no es eterno,
si aquí nada es sempiterno,
¿porqué abarcas con afán?  
 
Victor.