Este no es el mundo que quiero,
este no es el mundo que sueño,
el mundo del "¿cuánto tienes?",
el mundo del "¡no, lo siento!",
el mundo del "no tengo tiempo",
el mundo del "no se puede
porque no tengo dinero";
el mundo del "no me importa",
el mundo del "¡yo primero!"
Este mundo que no vale
si en él tú "no estás contento",
el mundo en que los negocios,
las oficinas, los socios,
tristemente han desplazado
a los más nobles sentimientos;
el mundo en que las lealtades
y el amor tienen un precio,
el mundo en que sufre el pobre
y triunfan el rufián y el necio.
Mi mundo interior es otro
y es tan extraño y ajeno
al mundo de las conveniencias,
los placeres y el dinero
que, en este mundo de afuera,
me considero perdido
y extraño en mi propia tierra
por ser honesto y sincero.
Mi mundo interior, sencillo,
sin discordias y sin guerras,
ha caído en el olvido
y ha sido prostituído
por influencias extranjeras.
Mi mundo interior es otro,
sin mentiras ni ambiciones
que marchitan a los hombres
y enturbian la primavera.
Mi mundo es un mundo sano
en que se preserva lo bueno,
se enaltecen las virtudes
y se rechaza lo malo.
Mi mundo es el mundo viejo
(quizá sea un mundo anticuado)
pero en él, el Ser Humano
respeta aún los valores
que son Ley del Universo.-
Eduardo Ritter Bonilla.
En apoyo al poema de Lagodecristalesazules.