Te esperé, ya no recuerdo cuanto,
Solo sé que te esperé.
Aún escucho tú voz cuando dijiste vuelvo,
Ese día mi corazón se hizo congoja.
Algo me decía que mentías,
Pero yo igual creí.
Y te esperé…
Ya no se cuanto llevo,
Lo que se es que los tiempos,
Se miden en meses…
Si tan solo ese día,
Me hubieses dicho adiós.
También te hubiese creído,
Aunque mi alma se enlutara.
Pero al tiempo de haberte enterrado,
La resignación, al dolor hubiese ganado.
¡Pero no dijiste adiós!
¡Dijiste vuelvo!
Y yo te sigo esperando,
Por que aun sin verte…
Escucho tu corazón,
Siento tú aliento en mis oídos,
Recuerdo tú cuerpo cimbrar contra el mío,
Y lo peor de todo, que alimenta mi recuerdo,
Aún escucho tú voz, cuando dijiste “vuelvo”…
Si supieras cuanto daño
Hiciste con la mentira.
Que aún cuando tu respuesta fuese duda,
Hubieses dicho ¡Adiós!.
¡Aunque supieras que algún día volverías!