Es el vivir como un lento
llenarse los ojos de estrellas;
beber, sorbo a sorbo,
la inmensidad de los cielos
y contemplar, cada día,
un sueño nuevo y distinto
en el corazón de un hermano.
Es el vivir como un lento
gotear de dicha en las fuentes,
gotear de nubes, sin prisa,
dejando al viento que, leve,
a cada gota acaricie
con su paso, libremente.
Es el vivir como un lento
caminar, paso tras paso,
pisando tan suavemente
que no lastimen las huellas,
que la noche no despierte,
que no se perturbe el mundo,
que el silencio no se inquiete.
Es el vivir como un lento
fluir del río hacia los mares,
como el camino del agua,
como el girar de los astros;
como un resplandor creciente,
como atesorar momentos
y despertar al presente.
El vivir es como un árbol
que crece, magnificente,
extendiendo sobre el mundo
su sombra, su paz, su simiente;
¡El árbol de Amor es VIDA
y la VIDA es Creación, por siempre!-
Eduardo Ritter Bonilla.