Mil novescientos ochentas...

No...
Ya nada tiene magia
Te han perdido...
Nada de compartir las lunas
Espejos y cristales
Agonía y soledad
Ni los rosales que se tornaron mustios...
Para siempre mustios...aletargados
Olvidados...
Ya no serán más las mutuas manos
Ni las solas sien...
Donde se le dieron rostros
Aromas y calideces
Al amor...
Hoy
No tengo... sino... memorias fieles
Y desvastados días...
Solía repetirme
Que no podría perder
Aquello que ni era mió
Ni a lo que yo...podría pertenecer...
La experiencia me enseño
Que
No solo valor se necesita
Para aprender olvido...
Una rosa un perfume
Una voz con emoción...
Nos puede
Desgarrar... una canción...
No más de ser feliz
Importa menos...
Tantas cosas mas en que pensar
Hay instantes más profundos
Que cualquier abierto mar...
A pesar de tan largas ser las horas
La vida siempre es corta...
Hasta la misma muerte nos acecha
Maravilla oscura
Para librarnos de lo que brilla
Postrer... lejano...en su fulgor
El sol la luna el amor...
Borra toda tu dicha en mi... inoculada...
No más
Nada... nada de lo que todo fue...
Me gozo en mi tristeza...lo último que de aquello queda...
Ah...y la poderosa e inevitable tentación...
De visitar alguna calle...
Y desde cierta esquina
Contemplar...
La misma... casa...
(Tentación poderosa... e inevitable...) MALATUSTA