A Doña Silvia Velazquez

Nuestras pequeñas vidas no son otra cosa que un minúsculo punto en la larga y finita historia del hombre en la tierra. *
Mi niña, es mentira que hace bien callar,
Lo que duele es la verdad cuando se silencia.
Recuerda siempre quien eres y de donde vienes,
No te vuelvas nunca cuero de Curupí,
Ama tu tierra y defiéndela
No hay miseria peor más que en la vergüenza
Y no hay vergüenza que pueda tapar quien se vende a si mismo
Te acuerdas que te conté que teniendo la edad que hoy tiene tu hija,
En la escuela teníamos prohibido hablar nuestra lengua, y los maestros nos rompían nuestras cartas cuando nos descubrían escribiéndo en ella, y desde afuera de las aulas tomados de la mano,nosotros cantábamos bien fuerte para que nos oyeran, lo peliaguda te va en las venas, no lo olvides.
Ser guacho de raíces es el destino más triste,
No machuques sobre tu sangre porque en ella descansa la mía
La de mi madre, la de la madre de mi madre y la de los hijos de tus hijos.
Upe ndikatúiva imandu'a ohasa va'ekuére, oñeguero'yrõ ojapo jevývo Miriam Mancini,a mi abuela.24/10/09