Aves que viven encerradas en sus jaulas de oro, princesas biblicas, sagradas por su religion,
de dulce y noble corazon,
hoy por ellas yo lloro.
Sentadas, sus ojos se pueden ver, flores que poco a poco van marchitandose porque viven como presas que una vida digna no les dejan tener.
Hace unos dias me contaron una triste historia que quiero relatar, en Jerusalen una niña se caso obligada por su religion ortodoxa judia, aun recuerda aquel desgraciado dia que hoy sola y triste bajo su velo todavia la hace llorar.
Ella queria a su esposo, no lo conocia pero muy pronto lo amo mas que a su vida pero despues de diez años fue repudiada, le arrancaron el sol, la luna, no podia quedar embarazada.
Segun las normas las mujeres que no podian dar hijos a sus maridos a dejarlos estaban obligadas.
Y hoy llora el cielo de Jerusalen por esa niña que vaga por las calles, y se pierde entre los valles, ha visto como su marido con otra se casaba, y nadie le ofrece una humilde morada, por eso hoy la llaman la repudiada, y llora junto al pozo donde para su marido iba a buscarle el agua y con besos de amor y de lagrimas los pies le lavaba, ¿ Que ironia es esa de cumplir una religion que destroce una vida, un corazon?.
¿ Como en pleno siglo XXI siguen ocurriendo estas cosas?.
Son mujeres humanas, no animales, por esa razon ellas por lo que viven y sufren son mujeres muy especiales, que ninguna se sienta condenada y que jamas permitan que nadie les llame la repudiada.