Felicidad fugaz

Mi corazón latía rápido y violento

un anochecer, pero no de miedo

fue una sensación como si de pronto

todo el cuerpo me hubiera abandonado

y más que deleite era especie

cómo si la sangre se hubiera ido

y todo el cuerpo la reclamara

por haber quedado en un total vacío.

Era de noche y la luz de la luna

resplandecía en las hojas de las palmeras,

parecía que en las oscuras aguas del mar

nadaran y palpitaran

millones peces de plata.

Las ventanas de las casas ubicadas frente al mar

brillantemente iluminadas

concedían a las sombras

una profundidad especial

ue ninguna estrella lograba atravesar.

Me tocó con suavidad manos y rodillas

todo mi cuerpo se encontraba

impregnado de vibrante desfallecimiento

oleadas de esperanza, temor, excitación

jugaban en mi corazón.

Deseaba oprimir fuertemente sus manos

sentir su pulso entrar en mi piel

pero no lo intenté

parecía que no estaba alterada, me controlé

qué instante de felicidad fugaz, pasé.

10-11-05