Yo quiero quererte

YO QUIERO QUERERTE.

Yo quiero quererte, sí, quererte,

yo quiero desbancar a la suerte,

al sino que es sinónimo de aventura,

adentrarme en tus cálidas entrañas,

tenderme bruscamente sobre tu vientre.

Yo quiero quererte, sí, quererte,

amarte con la fuerza de un sol

que nunca se viene abajo, siempre se hace fuerte;

de una luna que se hincha de obsoleto rubor,

que se quiebra como cobre nada más verte.

Yo quiero quererte, sí, quererte,

fundirnos como oro que líquido

y resbaladizo se desenvuelve,

como un mar de compañía,

como una luz lejana, casual, que te ciega y te ciega,

también te atraviesa su daga azulada y estridente.

Yo quiero quererte, sí quererte,

arrojarte sobre el respaldo de la arena inmortal,

valedora del agua salada,

besarte o reanimarte con mi pasión descosida,

maniatarte con las esposas de mi verdad,

que es estructura inacabada de pubis innumerables

y graciosos hoyuelos de mejillas.

Yo quiero quererte, sí, quererte,

fustigarte con sinceros abrazos,

con cálidas bienvenidas y glaciales despedidas,

quiero que te enamores, que me persigas,

quiero que me mires, que me grites, que me atosigues,

pero que nunca me huyas, pero que nunca me olvides.

Yo quiero quererte, sí, quererte,

ser un destello albino deseoso de iluminar

aquel universo del amor, infinito.

Del que ya no nos quedan más que recuerdos.

Del que ya no nos quedan más que fragmentos.