Desde tu piel al mar,
no hay ninguna distancia,
ni tropiezo con ninguna estrella,
es todo formas,
curvas, piel, huecos,
llama de un camino,
formas de luz,
silencios tibios,
abrazos en tu mirada.
Desde tus ojos al cielo,
no me encuentro ningún planeta,
es todo sendero,
nostalgias olvidadas,
pasado borrado,
un comenzar de nuevo,
olvidos de noches amargas,
de paseos nocturnos,
que recuerdo como una pesadilla,
de hojas amargas.
Desde tus manos a las mias,
es todo una sola forma,
un continuar de ti en mi,
de tu corazón que me invade,
que se apodera de mis células,
como un torbellino,
como un torrente de amor,
fundiendo nuestras vidas,
creando un mar de olas vivas,
que cabalga por este destino,
como un túnel que nunca acaba,
mientras andamos este largo camino.