Érika,ayer te soñe:
radiante tú,bella,muy sonriente.
En tus palpitantes ojos miré
luz diluida infinitamente
¡Deberas que no olvidé
esa mirada inocente!
Hacia mi te ví llegar
de prisa impaciente;
dispuesta a utilizar
esa sonrisa de siempre,
para poderme conquistar
con estilo, elegantemente.
Tu proximidad me tornó nervioso
¡Ya te tenía ante mis ojos!
Y a pesar de ser orgulloso,
me postré luego de hinojos
para ofrendarte cuidadoso
perfume de rosas sin abrojos.
Y ya de pie me miraste queda,
atraída por mis labios te perdiste;
por vez primera sentí tu piel cuál seda
suave y tersa que me ofreciste...
no obstante,entre pájaros y alameda
desconcertada huiste y te perdiste.
¡Y desapareciste!¿Pero sabes una cosa?:
en mis labios se quedó el dulzor
de los tuyos, princesa candorosa.
¡Qué importa que no haya sido con amor
mi niña preciosa,
ambos lo disfrutamos!¿Acaso fue un error?
Repentinamente mi sueño marchó
y con él,Érika,tú te fuiste.
Ahora pienso:quizá se equivocó,
pues en lugar de "ella",tú apareciste.
Sim embargo,agradecerte hoy quiero yo.
¡Gracias por en mis sueños lucirte!
31 MAYO DE 2002.