Bronce y mármol aliados en negra simetría
revisten sin turbarse, el cieno sepulcral
que esparce hedor y miedo, en la tumba fría
que aloja el cuerpo inerte, de mi luz angelical
Y no es el ángel espectral que guarda la entrada
el que oprime mi alma y colma mis espantos
es solo el saber que la única, la amada,
no escuchará mi súplica, mis rezos ni mi llanto.
En esa geometría de horrores, fria e inerte
duerme hasta el polvo, la esencia de mi vida
cuando de mis brazos se la llevó la muerte
Y si creo verla, destello que en la noche brilla,
no tardan los insectos ruines y alimañas breves
en elevar su voz, gritando no es real,es pesadilla.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!