Sabanas hùmedas...
testigo de mis quejidos ardientes,
cuando mis manos deslizan mi cuerpo,
por un amante que està ahora ausente.
Imagino su boca besàndome,
tocando suavemente mis pechos,
hacièndome gemir desesperadamente,
y cuando su lengua desliza...¡yo muero!
Sabanas hùmedas...
amigas fieles de mis locuras,
que han tocado tambien mis mieles,
de mis placeres que son a oscuras.
Cierro los ojos...me encuentro sola,
¡sàbanas hùmedas! ¡oh que delicia!
siento que exploto, mi miel escurre,
mientras ¡tu sàbana! me acaricias.