ANÓNIMA IGNORANCIA

Tú no sabes nada de mis caprichos en el tiempo y te alejas con los sueños; te marchas en las fechas dormidas, lejos del ansia que asoma vestida de madrugada, porque eres el hilo nevado que brota silente detrás de mi historia. Tú no sabes nada de mis noches junto a la aurora y mis versos, que desnudos y extasiados se rinden en el ocaso sobre las olas plateadas de un mar en su agonía. Tú no sabes nada de mis fechas sin horas que brotan en medio del sol, del viento y del ave que emergen como granos en madrugada. Tú no sabes nada de mis manos sublevadas junto a la piel inmóvil, abiertas, leves y distantes, en pie, esperando la tarde para sobrevivir. ¡Tú no sabes nada!