Olor de la noche

mis oidos viven en algarabía
cuando escucho
tus gemidos de placer
y alegria,
haciendo que me sienta
un Dios terrenal
tu cintura,
mojada por mi huella
señala la ruta
para llegar
a tu deliciosa fruta
y liberar
mi caudal
tu cuerpo,
fertil de pasión
me llena de ambrosía
cuando siento comer
el manjar
de tu ser
tus ansias
como hambrientas pirañas
devoran mis ideas
y mis entrañas
donde me veo
morir de placer
moribundos esperamos el amanecer
y tu piel aliñada
por mis caricias
quiere beber
mi ardiente miel
que se deja ver
donde sientas otra vez
la acción
de ser amada