Muerte anunciada, Amor y desilusión...

Se publica en los diarios al llegar la mañana
una noticia de espanto
que tiñe de oscuro calles y caras,
se encontró muerto a un hombre
reposaba su cuerpo debajo de un viejo manto,
no sabían cuál era su nombre;
llevaba ahí solitario bastante rato,
no se apreciaban heridas a simple vista
al lado de él se encontraba un dado
con una inscripción – realista.
En sus manos una nota apretaba
como queriendo comunicar
los últimos suspiros que su boca exhalaba
antes de la decisión tomar
el epitafio de este extraño
hablaba de sentimientos vagos
que referían al desamor a la soledad a la angustia,
a los días de sol y las noches de luna mustia
de cómo el silencio abrazó su pluma
y una tarde de abril que el llanto lo abruma
decide ir al mar y unirse con él como si fuera espuma
y estando allí algo pasó,
sus manos volvían a escribir
recuperaba nuevamente su voz,
pero era tarde, el dolor consumía su vivir
y sintió que antes de partir
un nuevo poema debía escribir
“Cansado de sufrir
renuncio a esta vida
renuncio a caminar aquí
sobre estos suelos de hirientes espinas,
mi corazón un día fue feliz
y mis labios reían con emoción
hoy la alegría se convierte en dolor
y los sueños veo partir,
el mundo no es como creí
tras la apariencia hay desolación,
todos están obligados a mentir
nadie cree en la pureza del amor,
la sinceridad resta valor
cuando debería fortalecer la unión,
los sentimientos se guían por la pasión,
por los instintos. ¿Dónde quedó el Amor?
–Acaso en ese bello mundo de la imaginación,
donde me refugiaba al esconder el sol,
donde había una musa e inspiración,
ella, entre todas las flores la más hermosa flor.
¿Dónde quedó el Amor, dónde quedó?
Me marcho con indignación
porque en lo que creí es una ilusión,
no sé si alguna vez el Amor existió,
tenía tanta razón Calderón,
La vida es sueño y los sueños, sueños son.
Carlos Manuel
05/02/2010