"DEJATE VER"
Si pudiera prescindir
de este barro que me atrapa
y mirar que mi alma escapa
en intrépido fluir
a gustar el porvenir
que a las almas nos espera.
¡Si escaparme yo pudiera
de este cuerpo al que sumiso
vivo atado y manumiso
para estar donde quisiera...!
Si eludiendo la frontera
de la muerte necesaria,
ignorando su precaria
condición que desespera,
¡si escaparme yo pudiera,
claro está que escaparía
y primeramente haría
sin dudar y con fruición,
asilar mi corazón
con Jesús y con María!
Más que bien me movería
a mis anchas y a mi gusto
y Jesús, tres veces justo,
sé que no rechazaría
a este pobre que porfía
poseerte, contemplarte.
¡Oh mi Dios! Ya quiero hallarte,
porque mientras no te veo,
sufre mi alma en el deseo
de tenerte y de gozarte.
He soñado tantas veces
tu sublime esencia pura,
porque es cada vez más dura
esta tierra en que floreces.
Bien yo sé que te me ofreces
y te vas manifestando
poco a poco como cuando
a tu modo doy y ofrezco
un amor que no merezco,
del que Tú me vas llenando.
¡Oh mi Dios, mi gran consuelo!
quiero verte así, en concreto.
Ya no seas tan discreto,
ven, desciende de tu cielo
y a mis ojos quita el velo
nebuloso y complicado.
Anda, apártalo, mi Amado,
ya no me hagas esperar.
¿No podrías tolerar
que anticipe mi legado?
Sé que no lo entiendo todo;
pero entiendo lo que sé,
y si mi alma no te ve,
si no logra hallar el modo,
es que sigo en este lodo
de mi cuerpo terrenal,
como noria y en fatal
cuesta arriba y cuesta abajo,
siempre en pos de algún atajo
que la libre de su mal.
Ya condóname esta pena
que me agobia por no verte.
Si preciso de la muerte
que a esta vida me encadena,
dala ya, porque me frena
toda paz sin tu presencia.
Quiero ya gozar tu esencia
prisionero de tu amor.
Deja verte, mi Señor,
que no basta tu apariencia...
Heriberto Bravo Bravo SS.CC (Derechos reservados)