Quemar, una razón
en un rasguño,
piel cansada
harapos que sostienen
la sangre en un puño.
Vivo, porque en el sur
es donde conviven
mis asentamientos
mas perversos,
logísticas,
esos que la bruma
no ha disipado ni
en los frentes
ni en los reversos.
Camino el sendero
de una amnesia,
olvidos que suelen
evocar el pasatiempo
que he sido?
que he robado?
que trama secreta
esconde tal oscurecimiento.
Quemar, asido
a cada uno de mis
desengaños,
la mochila del
guerrero
en un ataúd...escondida,
si la noche es sueño
si el alba un misterio,
si a cada paso que doy
se me va un poco de la vida,
si en el rasguño del
arlequin
mis venas se secan...suicidas!