Quizás desafié a mi destino
osé mirarle a los ojos ,
exhausto quedé de tan largo camino.
Fúe fallo mío
sentir el frío tan de cerca,
desprendo rencor
como la leña al fuego ,
como el agua a la arena.
Necesito descansar un momento
no pensar que existo,
soñar por un tiempo
que todo esto no es verdad
que en mi cabeza yo miento.
¡Fortuna! me distes la espalda
cuando mas te necesitaba,
salí adelante como un escudo
con su espada.
Cada persona tiene su propio río
su cascada, flores y piedras,
que orilla separan
enemigo del infortunio,
amigo de la soledad
piensa en la constancias y acertaras.