Pinté un ángel,
y en su hermosura,
quedé cautivada,
mas nó por eso
es más el ángel que quedó en el lienzo,
que el que vibra en mi alma
cuando en tí pienso.
Pinté un ángel
y enamorada del amor me siento.
Nó por el ángel que quedó impreso,
mas del que agita sus alas
en mi pensamiento.
Pinté un ángel
con colores de sol y de silencio.
La música que expresa está en el tiempo,
sin ruidos, con cánticos eternos,
viajando en las ondas que separan lo soñado
de lo real en movimiento.
Pinté un ángel que le canta al sol, al cielo,
al azul, al rojo y a todo color del universo.
Canta en la cadencia de las almas
enamoradas de un solo Señor: Tú Padre Nuestro