Que amarga es la decepción,
es como un dardo mortal,
una amargura letal
que al fondo de tu alma llega
y destruye tu ideal.
Sientes un hueco, un dolor,
algo que te invade el alma,
que te quita toda calma
y te provoca rencor.
No hay sonrisa en tu semblante,
tu mirada va al vacío ;
te sientes algo perdido ;
tu sangre bate al instante.
Pero sientes emoción
y ganas de llorar tienes ;
" ¿Por qué, corazón, me dueles ?"
preguntas a tu razón.
Y tu razón te contesta
que ya no tiene sentido
sufrir como tú has sufrido
para ganar esta apuesta:
Y qué sabia es tu razón:
te lo dijo muchas veces
pues sabe que no mereces
que todo lo que has vivido
se convierta, en un suspiro,
en amarga decepción. Lucía Bachiller Candela Febrero 2009
¿Donde estas que ya no escribes? ¡ dinos que ha sido de ti!, es quizas que no pecibes el vacio que hay aqui.